Entrenamiento en Defensa Personal

Defensa Personal y Trabajo Interior

“Mirad que os mando como ovejas entre lobos;

por eso, sed sagaces como serpientes y sencillos como palomas.”














Como parte de las actividades de extensión del Instituto, se dictan regularmente clases de defensa personal, a través de las cuales se han podido establecer correspondencias analógicas entre las situaciones de confrontación en la vida diaria, y el mundo interno.

El aspecto más relevante que conecta la Defensa Personal con el Trabajo Interiores la posibilidad de desarrollar la DISCRIMINACIÓN. La Defensa Personal, especialmente en el trabajo de escenario, nos coloca en situación de tener que discriminar permanentemente: Discriminar un presunto agresor, discriminar situaciones de riesgo, discriminar qué es vital y debe ser defendido y qué no lo es.




En una situación en la que la agresión es verbal, por ejemplo, Defensa Personal y Trabajo Interior se unen ya que se puede ver claramente que las palabras del agresor hacen impacto sólo en la personalidad, mientras el Yo se siente libre, está alerta y atento a lo que puede llegar a poner en juego la vida. Si esto no sucede, no hay afrenta, nada “ha sido tocado” en realidad.

















Otro aspecto fundamental que conecta a la Defensa Personal y el Trabajo Interior es la ECONOMÍA. Durante los entrenamientos y sobre todo durante los escenarios que reproducen situaciones reales de peligro en la vida, uno se encuentra en la situación de tener que administrar sabiamente la energía, los recursos de los que dispone.





Otro aspecto en el que la Defensa Personal es irreemplazable y va en tandem con el Trabajo Interior es en relación a una de las tres formas del Recuerdo de Sí, que es el Recuerdo de la Muerte. Cada escenario, cada situación en la que debemos responder a una posible amenaza se convierte en un despertador muy potente.

Otro elemento importante de mencionar es el hecho de que los escenarios brindan una posibilidad única de confrontarse con las consecuencias de los propios actos, de un modo extremo, ya que lo que está en juego es la propia vida. El precio de cada error es vivido de una manera nítida.


Sabemos que el Trabajo Interior debe ser realizado en la vida, en el mundo, en los ámbitos en los que cada practicante se desenvuelve, y no en un ambiente de invernadero. La persistencia del aprendizaje que conllevan las experiencias extremas a las que se ve sometido el aprendiz de Defensa Personal se trasladan a la vida misma, potenciando de ese modo las posibilidades de Trabajo Interior, desapego y Recuerdo.

Diferencia entre un arte marcial y la Defensa Personal en relación al Trabajo Interior.

Un arte marcial es un camino en sí mismo. En tanto arte, implica la búsqueda de belleza y armonía. Cuando se da un enfrentamiento entre artistas marciales, es un encuentro entre artistas, y se produce una suerte de coreografía, de danza, regida por una serie de reglas que ninguno de los contendientes trasgredirá. El Cuarto Camino no se emparenta con un arte marcial por todo lo mencionado anteriormente. El practicante, tanto interna como externamente, ha de vérselas en la vida cotidiana, con toda clase de adversarios inescrupulosos, que de querer atacarlo, no respetarán ninguna ley. Al igual que la Defensa Personal, el Trabajo Interior es entonces caótico y desprolijo, el "Camino del Hombre Ladino", que deberá recurrir a su astucia para prevalecer sobre su adversario, porque en ello va su vida. Al igual que en la Defensa Personal, convertirá por ejemplo, cualquier objeto que se encuentre a su alcance, en un arma para defender sólo aquello que es vital.


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